lunes, 2 de septiembre de 2013

Sobre el “cronista vitalicio” de la ciudad de los Curvatos


El día de hoy, en un diálogo rápido con un joven historiador yucateco, coincidimos en que, para un historiador que se precie de serlo y que no conciba la vida sino trasegando los archivos, que alguien le diga "cronista" es peor que una mentada de madre: es una afrenta indigesta, un casus belli, un rompimiento de las hostilidades que merece ser subsanado a punta de puñetazos –coces y piquetes de ojos incluidos - para limpiar el honor manchado de ser comparados, por el vulgo ignaro, con esas lacras conservadoras (los cronistas), con esos hociqueantes de muladares que no salen de su “contexto” y piensan que están hablando del universo; a nosotros los estudiosos de Clío que tenemos, se supone, herramientas científicas en vez de alegatos memorísticos. 

El historiador trabaja con todas las herramientas proporcionadas por las ciencias sociales. El cronista vive entre álbumes fotográficos. El historiador abstrae y sintetiza momentos; el cronista dice y dice, y sigue diciendo sin saber lo que dice. El historiador inquiere las fuentes, trabaja la memoria, utiliza el dato fotográfico, el dato musical y no se queda con un solo documento. El cronista es, por lo general, un viejo profesor retirado que le falta el corset, la alquimia de la disciplina para que convierta su endeble calabaza en una carroza de taller historiográfico. No puedo pasar todo el día, enseñando las herramientas de la microhistoria: la microhistoria, la historia, es ciencia; la crónica mal entendida por los bellacos, sucesos que se encadenan, chismes de verdulera con ínfulas de socialité pueblerino.

El diálogo rápido que sostuve con el joven historiador, se debió a un pequeño comentario que hice sobre un cronista. Un "cronista vitalicio" de la ciudad de Chetumal: Ignacio Herrera Muñoz. Este cronista vitalicio puso ayer una queja en el muro de su Facebook, señalando su molestia de que el actual cabildo de Othón P. Blanco le quiera poner, o imponer, un “cronista bis”, o un segundo cronista que pudiera hacerle sombra al “cronista vitalicio”, Ignacio Herrera Muñoz. El cronista alegaba que, según disposiciones jurídicas que me aburre citar aquí, el cabildo está impedido de nombrar otro cronista vitalicio –cargo que se ejerce de manera honorífica- por la razón de que no existe la figura jurídica de “cronista bis”. En ese punto, démosle la razón a Herrera Muñoz: el cabildo chetumaleño no puede hacer nada, si antes no se reforma la Ley de los Municipios del Estado de Quintana Roo.

Ahora, expongamos nuestros pareceres contra esa figura jurídica del “cronista vitalicio”. No cabe duda que el actual cronista vitalicio de la ciudad de Chetumal tiene sus buenas migas políticas. Alegará tal vez su pedigrí “barriobravero”, o tal vez su ascendencia payobispense. Pero hay que ver actualmente las estadísticas: Chetumal es una ciudad de muchos migrantes, por tanto, alegar “nativismo” rupestre, es cosa “choteada”. Otra cosa que podríamos preguntar: aparte de sus reportajes en el Diario de Quintana Roo, ¿existe un libro del cronista escrito con tesón?, ¿cuáles son las funciones del cronista, además de preservar, conservar? Difundir, sin duda, es lo más importante, y en ese punto, tal vez el cronista actual salga bien parado: creo que tiene tres libros escritos a lo largo de...¿20 años? Pero no basta difundir por difundir. Considero que el actual cronista de Chetumal –en 8 años que viví en esa ciudad, fui su lector, sigo siendo su lector- debería primero ir aprender a leer y a escribir como Dios y la buena gramática manda, y acto seguido sentarse a escribir una crónica del siglo XX de Chetumal, con todo el mar de conocimientos que ha ido pepenando en más de 20 años: ¿por qué no nos cuenta sobre las tradiciones de antaño, sobre los mitos, sobre qué evocaba el río Hondo a los viejos payoobispenses, por qué no nos cuenta de innumerables cosas que guarda esa rica ciudad crecida entre manglares? Los honores intelectuales no se dan por medio de loas y ditirambos acríticos, sino acallando a sus malquerientes con trabajo impreso que no sea exclusivamente una hoja burocrática del Diario de Quintana Roo. Pero eso no es todo. Es urgente, necesario, que en sociedades supuestamente democráticas –y Chetumal, hipotéticamente lo es-, se deroguen las figuras jurídicas autoritarias y antidemocráticas de los “cronistas vitalicios”: también ellos deberían ser revalidados o no en sus cargos, según su producción. Y ojalá que esa ciudad de los Curvatos cuente a la de ya con dos o tres más cronistas con un mínimo de barniz historiográfico. 

En la Universidad de Quintana Roo se han formado buenos elementos de licenciados y licenciadas en humanidades -pienso en mi amigo, el historiador Celcar López Rivero- que podrían ampliar más la cobertura histórica de la crónica en ese estado. ¿Es posible eso, o la crónica en Chetumal seguirá por sus viejos cauces conservadores?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

SIN DUDA ALGUNA ES SORPRENDENTE COMO DENOSTAS LA FUNCION DE UN CRONISTA, YA ME IMAGINO QUE OPINARAS DE UN OFICIAL ALBAÑIL O CHOFER O CUALQUIER OTRO OFICIO.

SEGUN EL GRADO DE ESTUDIOS QUE POSEES ES DEPRIMENTE COMO TE EXPRESAS SUBJETIVAMENTE DE ALGUIEN.

COMO ATINADAMENTE MENCIONAS VIVISTE UN TIEMPO EN LA CIUDAD Y NO SABES DE LA TRAYECTORIA DEL PROFESOR HERRERA COMO CARIÑOSAMENTE LLAMAMOS NACHITO POR ACA

SU PADRE FUE PIONERO DE LA EDUCACION EN QUINTANA ROO (IGNACIO HERRERA LOPEZ)DEL CUAL SIGUIO SUS PASOS EN EL MAGISTERIO DESDE MUY TEMPRANA EDAD

FUE MAESTRO RURAL DE MUCHAS COMUNIDADES Y HA SIDO MAESTRO DE MUCHOS POR ACA EN LA CIUDAD

FUE UN PROMOTOR DE LA CREACION DE LA UNIVERSIDAD DE QUINTANA ROO (DE LA CUAL SEGUN INVESTIGA EGRESASTE)

FUNDADOR DE MUCHAS ESCUELAS COMO LA SECUNDARIA EN LA LOCALIDAD DE BACALAR HOY MUNICIPIO

POSEE GRAN TRAYECTORIA EN LA EDUCACION Y EN EL PERIODISMO

FUE DEFENSOR INCANSABLE DESDE ANTES DE SER CRONISTA PARA QUE SE PRESERVARAN EDIFICIOS HISTORICOS Y EMBLEMATICOS DE LA CIUDAD COMO LA ESCUELA BELISARIO DOMINGUEZ Y HOSPITAL MORELOS, SIENDO DIRECTOR DE LA ESCUELA BELISARIO DOMINGUEZ

PROMOTOR IGUAL DE QUE EL CENTRO DE LA CIUDAD SE CONSERVE EN SU ESTADO FISICO ACTUAL COMO HASTA AHORITA ESTA

EN EL AMBITO DE LA EDUCACION POSEE MUCHA TRAYECTORIA

LA VERDAD ASOMBRA MUCHO TU COMENTARIO DENOSTATIVO HACIA LA LABOR DE CRONISTA Y LA APRECIACION SUBJETIVA QUE REALIZAS SOBRE UNA PERSONA Y SOBRE LA LABOR DE LA MISMA.

LA LABOR DE UN CRONISTA ES DIFERENTE A LA DE UN HISTORIADOR Y AMBAS DEBEN SER RESPETADAS

P.D. LA LIBERTAD DE EXPRESION ES UN DERECHO Y COMO PROFESIONAL EN DERECHO LO SABES, PERO TIENE SUS LIMITES Y RESTRICCIONES Y UNO DE ESOS ES NO DENOSTAR A NADIE.

SALUDOS

ATENTAMENTE

UN EX ALUMNO DE LA ESCUELA BELISARIO DOMINGUEZ

Anónimo dijo...

NO TE CONOZCO Y NO QUISIERA TENER EL GUSTO

ES SORPRENDENTE COMO DENOSTAS LA FUNCION Y LABOR DE ALGUIEN A QUIEN NO CONOCES Y SUBJETIVAMENTE EMITES TU JUICIO

EL PROFESOR HERRERA O NACHITO CONMO CAROÑOSAMENTE LE DECIMOS POR ACA ES UNA PERSONA CON TRAYECTORIA

SU PADRE FUE PIONERO DE LA EDUCACION EN QUINTANA ROO (IGNACIO HERRERA LOPEZ)

FUE MAESTRO RURAL EN MUCHAS COMUNIDADES DEL SUR DEL ESTADO EN AQUELLOS TIEMPOS EN QUE EL MESTRO RURAL ERA UNA FIGURA IMPORTANTE

FUE FUNDADOR DE ESCUELAS COMO LA SECUNDARIA DE LA LOCALIDAD DE BACALAR HOY MUNICIPIO

DESDE ANTES DE SER CRONISTA FUE UN GRAN DEFENSOR DE LA CONSERVACION DEL EDIFICIO QUE ALBERGABA LA ESCUELA PRIMARIO BELISARIO DOMINGUEZ SIENDO DIRECTOR DE LA MISMA AL IGUAL CON LA CONSERVACION DE HOSPITAL MORELOS

FUE UN LUCHADOR INCANSABLE DE LA CREACION DE LA UNIVERSIDAD DE QUINTANA ROO DE LA CUAL SEGUN TU EGRESASTE

HA DEFENDIDO LA CONSERVACION DEL CENTRO DE LA CIUDAD ANTE INUMERABLES PROYECTOS DE REMODELACION DE LA AVENIDA HEROES

PERO EMPERO ES SORPRENDENTE COMO TE EXPRESAS DE LA LABOR U OFICIO DE ALGUIEN, YA ME IMAGINO QUE PERCEPCION TIENES DE UN CHOFER U OFICIAL ALBAÑIL SIN ANIMO DE COMPARAR

ATENTAMENTE

UN EX ALUMNO DEL PROFESOR NACHITO

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